Hoy, segundo domingo del tiempo de adviento, la Iglesia celebra la festividad de la Inmaculada Concepción, dogma mariano por excelencia.
María fue preservada de todo pecado por la gracia de Dios, ella encarna lo que Dios quiere que seamos, hombres limpios y puros de corazón, que luchan y trabajan por el bien de los demás y por la construcción de un mundo mejor, donde el amor sea el dogma primordial.
Engendraste al que te creó y permanecerás virgen para siempre
.Santa María, Madre de Dios, ORA PRO NOBIS.