viernes, 7 de diciembre de 2012

SINE LABE CONCEPTA

"He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra"

Si hay una figura central en el Adviento, esa es María, nuestra madre. Temerosa de Dios, acató con prudencia y humildad las palabras del ángel enviado -"No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios".



Salve Madre del Señor y Reina de la Paz

Desde ahora te felicitarán todas las generaciones porque el Poderoso ha hecho grandes obras en ti.

María supo reconocerse un instrumento del Señor aun cuando iba a ser la madre de Dios. En ese momento a María se le anunciaba nada menos que iba a ser la que trajera al Salvador al mundo sin embargo no se ensalzó ni se engrandeció sino que supo aceptarlo con sencillez y humildad. 
Ese SI de María fue también un signo de total entrega a la voluntad de Dios, ella no dudo ni cuestionó lo que Dios le pedía sino que lo aceptó aun sin saber lo que esto implicaba. 
La humildad no implica simplemente mantener la cabeza gacha y no engrandecerse sino mas bien implica anteponer siempre la voluntad de mi prójimo y la de Dios, a la mía. María supo comprender que estamos en este mundo para servir y no para ser servidos.

Dios supo ver en María a una mujer pura y limpia de corazón para ser madre de todos nosotros. Ella engendró y nos dió a su hijo para redención de todos.

Madre Santísima de la Paz, enséñanos a amar sin límites, a perdonar sin límites, a saber escuchar a Dios sin límites. 









No hay comentarios:

Publicar un comentario