Cerramos un ciclo mas dentro de la Iglesia en este año 2013. Un año marcado por la inestabilidad de la sociedad, una sociedad que vive inmersa en una incertidumbre constante; crisis, hambre, pobreza, paro... son algunos de los aspectos que mercan este año.
Pero debemos preguntarnos donde han quedado nuestros valores, nuestros verdaderos signos de cristianos y hermanos en Cristo. Unos valores que como el mismo Jesús nos dice, son aquellos que están dentro del AMOR y el PERDÓN. Que seria de nosotros si no trabajásemos con el amor y el perdón hacia los demás.
En una sociedad donde parece que lo importante son los "contravalores", Cristo nos recuerda en su evangelio, que debemos construir un mundo donde reine la paz y el amor, un mundo donde el ser humano sea el valor supremo por excelencia y donde la felicidad de éste sea el lema de todos. Dios reina en cada uno de nosotros, escuchemos sus palabras y hagamos un mundo mas solidario entre todos.
Que San Julián y la Santísima Virgen de la Paz, nos ayuden a cambiar este mundo, un mundo mas justo para todos.
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